Conocimos el estado de abandono en el que se encuentran muchas de las inversiones públicas luego de apagada la antorcha olímpica. Planteamos también con preocupación las dificultades que conlleva la organización con mira a los próximos Juegos Panamericanos Lima 2019. ¿Cómo evitar que estos errores vuelvan a suceder?
Raúl Duarte Mungi, ex atleta olímpico de la selección peruana de básquetbol y presidente de la organización de los octavos Juegos Panamericanos de Masterbasket Lima 2014 con maestría en gestión y administración deportiva; y Angus Laurie, urbanista fundador de LLAMA Urban Design y docente de la Pontificia Universidad Católica del Perú, comparten con nosotros su experiencia a través de cinco puntos a considerar para la planificación e implementación de equipamientos deportivos destinados para un evento deportivo de talla internacional. Conoce estas recomendaciones después del salto.
1. Debemos diferenciar la infraestructura deportiva en dos clases: aquella destinada a eventos de convocatoria masiva a corto plazo y aquella destinada a la enseñanza deportiva. De acuerdo a Duarte, ambos tipos presentan variadas condiciones de diseño y dimensiones de distinta envergadura, siendo la infraestructura utilizada para enseñanza la que resulta más sostenible en el tiempo. Sin embargo, esta distinción se deja de lado comúnmente en la organización de eventos deportivos, priorizando la construcción de infraestructura utilizada solamente para el tiempo que duran los juegos. Esto ocasiona que los coliseos queden abandonados o tengan que demolerse posteriormente (como ha sido el caso de los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996).
“Para prevenir esta situación, es necesario implementar una estrategia urbana que no sólo considere la sede deportiva, sino también el entorno alrededor”, indica Laurie. El enfoque debe centrarse en el legado de estos eventos para la ciudad, interviniendo áreas clave para la articulación y apertura de espacios públicos. Es así como se han planteado soluciones a nivel de infraestructura deportiva, como el Centro Acuático de los Juegos Olímpicos de Londres 2012, cuya estructura de tribunas desmontables permite un cambio de escala para uso local posterior al evento; y a nivel urbano, como la recuperación del Canary District para los Juegos Panamericanos de Toronto 2015, antigua área industrial en la que se ha desarrollado vivienda social y departamentos para estudiantes, posterior a su uso como Villa Panamericana durante los Juegos.
2. El reajuste de infraestructura local para su adecuación a un evento deportivo de mayor escala constituye un grave error si no se toma en consideración el impacto posterior del proyecto. “Aquí se comete un doble pecado: estás eliminando la actividad que se viene desarrollando de manera óptima para hacer otra que durará solo para el evento”, señala Duarte. Este es el caso de la Villa Deportiva Regional del Callao, cuyo cambio de configuración para los Juegos Panamericanos Lima 2019 afecta el desarrollo de deportes masivos como el fútbol y el básquetbol, practicados en la actualidad por aproximadamente 6000 niños de la región.
Por otra parte, el trabajo conjunto entre la academia y los gobiernos locales permite trascender de una oportunidad deportiva hacia una social. “Por ejemplo, podemos analizar los distritos sede para calcular la deficiencia de equipamientos que presenta y responder así estas necesidades a través de los Juegos”, menciona Laurie. El urbanista dirigió junto a otros especialistas el taller Limápolis 2015, espacio de trabajo en conjunto con la municipalidad de San Isidro que resultó en la propuesta de ubicación de la sede de gimnasia para los Juegos Panamericanos 2019, una estrategia que busca conectar la ciudad con el mar.
3. La prioridad de uso en una infraestructura deportiva debe ser, valga la redundancia, el deporte. Esto refiere al hecho que en los últimos años se haya preferido implementar cambios estructurales que perjudican la actividad deportiva y favorecen eventos que generan mayor rédito económico. Por ejemplo, la remodelación del Estadio Nacional del Perú, ejecutada en el año 2011, incluyó la ampliación de dos filas de asientos y la consecuente reducción del campo de atletismo de 8 a 6 carriles. “Siendo el Estadio Nacional la infraestructura de más renombre que hemos tenido en la historia del atletismo en el Perú, la cantidad de carriles con la que cuenta ahora no permite que ahí se realice una competencia oficial”, indica Duarte. En consecuencia, la disciplina de atletismo debe celebrarse en una sede distinta durante los Juegos Panamericanos Lima 2019, lo que genera un gasto mayor para la organización y una oportunidad perdida para la sede.
La gestión correcta de equipamientos deportivos es un aspecto determinante para la sostenibilidad de los mismos. “Las organizaciones encargadas de administrar las sedes podrían ser los gobiernos locales, asegurando así el beneficio a largo plazo posterior al evento”, recomienda Laurie. En el caso de Toronto 2015, la YMCA (Asociación Cristiana de Jóvenes, por sus siglas en inglés) asumió el control de estos espacios, incentivando su uso para actividades que beneficiaran a la comunidad local.
4. El diseño de ambientes debe estar centrado en los requerimientos de un deportista de alta competencia. En su amplia experiencia como atleta, Raúl Duarte nos comenta uno de los aspectos que se encuentran usualmente desatendidos en los espacios de alojamiento para eventos deportivos: “Se considera un número de habitaciones de acuerdo a la cantidad de deportistas que participan, pero no se considera al equipo que viene con ellos (médicos, nutricionistas, entrenadores) en el programa arquitectónico”. Para la prevención de estas dificultades, considera necesaria la culminación de la infraestructura en un plazo no mayor de dos años previo al evento.
5. Lograr la designación de la organización de un mega evento como los Juegos Panamericanos 2019 representa la gran oportunidad de utilizar todos los aspectos relacionados con la industria del deporte para promocionarse ante el mundo: la calidad de diseño y construcción de la infraestructura deportiva, el transporte, el turismo, el marketing y administración deportiva, las políticas y el sistema de desarrollo deportivo que beneficiarían a los jóvenes y atletas. Las autoridades deben entender la magnitud del evento para proceder a nombrar a los mejores profesionales, idóneos en cada campo, y a las instituciones, para que en acción conjunta logren asegurar los mejores éxitos en la organización del evento, que los beneficios perduren en el tiempo y que no represente una ocasión desaprovechada.
“El deporte tiene el poder de transformar el mundo”, reflexionó Nelson Mandela en una oportunidad. A tres años de iniciar los Juegos que congregarán a toda América, la ciudad de Lima tiene la meta de demostrar que el deporte tomará la posta que la enrumbe hacia el futuro.
Raúl Duarte Mungi es ingeniero zootécnico con maestría en Gestión y Administración Deportiva. Ex seleccionado nacional de básquetbol, con amplia experiencia profesional en el desarrollo del deporte del baloncesto nacional(Nivel 3) con carné de la APEBA, Asociación Peruana de Entrenadores N° 57, posee una amplia trayectoria como jugador de alta competencia por haber integrado las Selecciones Nacionales que participaron en Campeonatos Mundiales, Juegos Olímpicos, Panamericanos, Sudamericanos y Bolivarianos. Internacionalmente, destacándose como tal en la Iowa State University (ISU) y en la South Dakota State University (SDSU). Entre sus logros deportivos ostenta el título de Campeón Mundial y Draft de la NBA en 1969. Presidente de la organización de los 8vos Juegos Pamaericanos de Masterbasket Lima 2014. Desde 1993 dirige su propia escuela deportiva.
Angus Laurie estudió Estudios contemporáneos y economía en la Universidad King's College de Halifax, Canadá, y un máster en diseño urbano en London School of Economics (MSc Cities Programe). Fue coautor de la estrategia para espacios públicos de Londres, dirigida por la municipalidad de dicha ciudad, así como representante de la empresa Alan Baxter & Associates como "enabler" o asesor en CABE (Comisión pública de consultoría para la arquitectura y la ciudad en el Reino Unido), dentro del marco del desarrollo del espacio público.
Antes de fundar LLAMA Urban Design en Lima, también trabajó para KPF (Kohn Pedersen Fox), y PLP (Polisano & Leventhal Partnershio) en Londres, especializándose en urbanismo y planificación estratégica. Hoy en día, además de la práctica y la docencia, es asesor para diversas instituciones así como columnista semanal para el diario El Comercio.